Todos los que me conocéis sabéis que me encanta el bacalao y una de las formas de prepararlo que mas me gusta, es la que haremos hoy, aprovechando que tenemos la Semana Santa a la vuelta de la esquina.
Este bacalao me recuerda como lo descubrí y su sabor me traslada a una de mis ciudades preferidas.
Andábamos callejeando por Oporto, buscando un sitio donde comer. La indecisión nos hacía subir y bajar calles. Al momento, ví un grupo de personas, que se acercaba a nosotros y uno de ellos dijo en portuñol: ¡éste es el sitio!. Los turistas agradecieron al amable portuense, que les había guiado hasta la puerta y entraron decididos a disfrutar de la comida.
Sinceramente el sitio no tenía nada especial, una terraza que estaba completa y un local estrecho, bien aprovechado, pero si el encanto de los sitios donde se percibe por la cantidad de gente, tendría que tener algo en su carta, para atraer tanto a turistas como a lugareños.
Tuvimos suerte, y el único sitio que quedaba libre era una mesa dentro del local, que a primera vista no nos pareció mas que correcta.
Nos sentaron. Me dejé llevar por la recomendación del amable camarero y pedí un bacalhauà Braga.
Nuestra impaciencia crecía al igual que el tiempo en esperar nuestros platos.
Por fin llegó el ansiado bacalao y os puedo asegurar que la espera mereció la pena.
Como en la mayoría de los restaurantes que probamos en Oporto, el bacalao estaba recién hecho, todo un lujo, y estaba tan bien cocinado, que justificamos la espera.
Un plato tan sencillo y tan delicioso, tendría que quedar sin duda en mi recetario, al igual que en mi memoria y este es el resultado.
Creo que si te gusta el bacalao, no necesito contarte mas.
Empezamos.
INGREDIENTES
- 4 lomos de bacalao desalados
- 2 cebollas grandes
- 2-3 patatas grandes para freír
- 1 pimiento rojo mediano
- 2 cdtas de pimentón
- 2 dientes de ajo
- aceite de oliva virgen
- harina
- 1-2 hojas de laurel
- 2 cucharadas de vinagre blanco
- perejil fresco
- sal
Si eres de los impacientes, puedes comprar bacalao ya desalado, pero si quieres que el plato quede redondo, desálalo tú, según las indicaciones del envase.
Ponemos una sartén al fuego con un chorrito de aceite y añadimos la cebolla, el pimiento cortado en Juliana, el ajo fileteadito y las hojas de laurel. Salamos.
Dejaremos que se haga ligeramente a fuego medio, fíjate en la fotografía.
Cuando este listo, añadimos el pimentón y removemos, lo retiramos del fuego, dejamos que pierda algo de calor y añadimos el vinagre. Mezclamos.
Freímos en abundante aceite caliente las patatas, cortadas en rodajas algo mas gruesas que para tortilla. Salamos. Ponemos sobre un colador para eliminar el exceso de aceite y reservamos.
Ahora toca freír el bacalao.
Secamos los trozos con papel de cocina, enharinamos ligeramente y llevamos a la sartén con aceite caliente, hasta que esté dorado por ambas caras.
Ponemos las patatas fritas en toda la base del plato, acomodamos el bacalao, cubrimos con la cebollada y espolvoreamos con perejil fresco.
Listo.
Blanca
Hasta para desayunar me comia yo este bacalao. Tiene un aspecto estupendo y muy apetecible. Esta receta cae seguro, en mi casa comen bacalao hasta los que van de vegetarianos, no te digo más.
Gracias por compartir!
Olga
Blanca, pues entonces os encantará y además es tan fácil. Ya me contarás. Un abrazo.
Marga
No se si no he leido bien, pero no veo en que parte hay que añadir las cucharadas de pimenton que especifica en los ingredientes.
Muchas gracias!
Olga
Hola Marga, tienes toda la razón, lo acabo de poner. Muchas gracias y mil disculpas.
El plato te va a encantar, seguro.