Uno de los acompañamientos perfectos para un buen plato es sin duda un buen pan, y este no puede quedar más bueno.
Vamos a prepararlo en casa y lo haremos muy sencillo, sin amasado, para que no se le resista a nadie.
Este pan está pidiendo a gritos que lo pruebes y el fin de semana es un buen momento para prepararlo y lucirte.
La elaboración es de lo más fácil, queda buenísimo. Te aconsejo que lo tomes recién hecho o al día siguiente. Si te sobra puedes congelarlo y así tenerlo listo para cuando quieras.
Empezamos,

Focaccia
INGREDIENTES (para la masa)
- 500 gr de harina de fuerza
- 320 ml de agua tibia
- 25 gr de aceite de oliva virgen
- 5 gr de levadura seca de panadería
- 10 gr de sal
INGREDIENTES (para encima de la focaccia)
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen
- unas hojitas de romero
- sal gorda
Vamos a preparar con antelación la masa, de esta forma no necesitaremos amasar, ya que el reposo será el encargado de tener lista nuestra masa.
Por ejemplo, si quiero hornear el pan el sábado para comer, empezaré mezclando los ingredientes el jueves por la tarde.
En un bol grande pongo el agua, que tendrá que estar tibia. Al tocar el agua, no tiene que dar sensación ni de fría ni de caliente.
Disolvemos la levadura en el agua, añadimos el aceite, la harina y la sal y mezclamos con una rasqueta o una cuchara hasta que esté integrado. Tapamos con papel film y dejaremos a temperatura ambiente durante 1 hora. Después llevaremos a la nevera. No tocaremos la masa hasta el sábado por la mañana.
El sábado por la mañana sacamos la masa y la dejamos a temperatura ambiente, sin sacar del bol, ni quitar el plástico, durante 1 hora aproximadamente.
Preparamos la bandeja del horno, ponemos encima una lámina de papel para hornear.
Verás que la masa ha aumentado. Vamos a desgasificarla.
Ves humedeciendo los dedos de vez en cuando en agua, de esta forma no se te pegará y lleva la masa del borde al centro por todos los lados.
Vuelve a mojar las manos y pasa la masa del bol a la bandeja de hornear.
Iremos dando forma rectangular empujando con las yemas de los dedos del centro hacía fuera.
Si ves que la masa se resiste y no se deja llevar, déjala reposar unos 10 minutos y vuelve a la carga.
Una vez estirada, tapamos con un paño limpio y dejaremos reposar media hora a temperatura ambiente.
Precalienta el horno a 240°, con calor arriba y abajo.
Mójate nuevamente los dedos y márcalos ligeramente sobre la masa.
Con la ayuda de un pincel, extenderemos el aceite de oliva por toda la superficie, añadimos el romero y un poquito de sal gorda.
Llevamos la masa al horno, bajaremos la temperatura a 220° y dejaremos durante 25 a 30 minutos aproximadamente o hasta que veas que se tuesta ligeramente.
Listo.

Focaccia