Los expertos aconsejan comer legumbres un mínimo de dos veces a la semana y hoy os propongo una forma de prepararlas que estoy segura que os va a sorprender.
La lenteja es un alimento ligero, rico en hierro y alto en proteína, entre sus muchas propiedades.
Mi madre me enseño, que si las acompañas con una naranja de postre, potencias la asimilación del hierro que contiene.
En casa comemos legumbre con frecuencia y unas lentejas estofadas nunca faltan, pero de vez en cuando y para variar la forma de prepararlas, podemos hacer estas albóndigas que quedan buenísimas.
Si tenéis niños en casa y os es difícil que coman legumbre, probad con esta receta, porque estoy convencida que les va a encantar.
Os recomiendo que tengáis las lentejas cocidas del día anterior, de esta forma será más rápido prepararlas.
Para acompañar podéis preparar arroz blanco, que será un complemento nutricional perfecto, con unas patatas fritas o al horno, que siempre gustan o con una ensalada verde.
He utilizado lenteja pardina porque una vez cocida queda entera, sin deshacerse y para esta receta va perfecta.
Empezamos,
INGREDIENTES (para 23 albóndigas)
- 200 gr de cebolla
- 100 gr de zanahoria
- 100 gr de pimiento rojo
- 1 ajo
- aceite de oliva
- 300 gr de lentejas pardinas cocidas
- 1 huevo
- 50 gr de queso parmesano rallado
- 50 gr de nueces
- 50 gr de copos de avena gruesos
- 50 gr de harina de avena o trigo + un poquito para envolver las albóndigas
INGREDIENTES (para la salsa)
- 1 zanahoria grandecita
- 1 cebolla mediana
- 1 diente de ajo
- ¼ vaso de vino (yo he utilizado tipo Fino)
- 1 a 1/2 vaso del caldo de cocción de las lentejas
- 1 cucharadita de harina de avena o de trigo
Vamos a cocer las lentejas. Yo las pongo en un colador y las lavo bajo el chorro de agua fría. Las echaremos en una cacerola y las cubriremos con agua fría, con un poco de sal y una hoja de laurel. Llevamos a ebullición a fuego fuerte y bajamos el fuego hasta que estén listas. Dependiendo de la lenteja pueden tardar un mínimo de 20 minutos. Vigilaremos para que no se queden secas y les falte agua, eso va a depender del tipo de legumbre.
Cuando cuezo lentejas siempre hago para que me sobren y así puedo utilizarlas para una ensalada, para añadir a un puré de verduras y enriquecerlo o para preparar hamburguesas.
Te recomiendo cocer las lentejas el día anterior, dejaremos que se enfríen, colaremos y reservaremos las lentejas cocidas por un lado y el caldo de cocción por otro.
Este caldo nos servirá para hacer la salsa, pero si lo añadimos, por ejemplo, a un puré de verduras queda estupendo y le damos un extra de sabor.
En una sartén ponemos el aceite y cuando esté algo caliente añadimos la cebolla, la zanahoria y el pimiento rojo partido en cuadraditos pequeños.
Dejaremos a fuego medio hasta que se cocinen. Un poquito antes de que terminen, añadimos el diente de ajo picado y revolvemos.
En un bol echamos el huevo y batimos, añadimos el queso rallado, las nueces troceadas en pequeño, las lentejas cocidas, las verduras, los copos de avena y la harina de avena. Mezclamos y con ayuda de una batidora de vaso damos 3-4 golpes de batidora. Queremos conseguir que parte de la mezcla quede triturada, pero no completamente.
Tapamos y llevamos al frigorífico durante 30 minutos.
Vamos haciendo bolitas y las pasamos por harina, eliminando el exceso de esta. Ponemos un buen chorro de aceite de oliva en una sartén (yo solo cubro la base de la sartén), esperamos a que esté algo caliente y vamos echando las albóndigas. Las iremos dando la vuelta a medida que se vayan dorando. Sacamos a una cacerola y continuamos hasta freír todas, si te faltase aceite añade.
En la misma sartén, que tendrá el aceite que nos sobra de freír las albondigas, añadiremos la zanahoria, la cebolla y el diente de ajo, todo bien picadito. Dejaremos cocinar hasta que la zanahoria esté blandita. Si ves que le falta aceite, pon un chorrito más.
Añadimos la cucharadita de harina, mezclamos unos segundos y echamos el vino dejando unos segundos para que se evapore el alcohol. Pasamos lo de la sartén a una batidora y trituramos hasta que quede fino. Puedes ayudarte, añadiendo un poco de caldo.
Echamos la salsa sobre las albóndigas y añadimos el vaso de caldo o un poquito más. Mueve la cazuela para que se mezcle. Llevaremos a fuego suave durante 15 minutos, retiramos y servimos.
Hasta la próxima receta.