Es tiempo de ensaladas y la que os traigo hoy es tan fácil y rápida de preparar que no hay excusa para probarla.
Me conquista una ensalada completa y variada y esta tradicional receta manchega, es una de las que más me gusta preparar.
Acuérdate de esta receta en los días que no sabes que preparar de comida, porque no vas a tardar nada en tenerla lista.
El secreto de este plato es que utilicemos ingredientes de calidad.
Yo suelo asar pimientos y envasarlos, son mis preferidos. Si quieres saltarte este paso, compra una buena conserva de pimientos, la diferencia es sustanciosa.
Ya tenemos los pimientos, tenemos los huevos cocidos con antelación y una buena lata de atún, ventresca, caballa …, un buen aceite de oliva y ya lo tenemos hecho.
Tómala fresquita, y verás que bien queda.
Empezamos,
INGREDIENTES
- 250 gr pimientos rojos asados o un bote en conserva
- 1 – 2 huevos duros
- 1 lata de atún, ventresca o caballa
- Unas aceitunas (negras o verdes)
- Aceite de oliva virgen extra (o el mejor que puedas utilizar)
Aquí te explico como asar y conservar pimientos.
Vamos a empezar asando los pimientos. Ya que vamos a encender el horno aprovecharemos a llenar la bandeja, con 4 – 5 pimientos grandecitos será suficiente.
Ponemos los pimientos lavados sobre la bandeja de horno, el cual habremos precalentado a 200°, con calor arriba y abajo. Echamos un chorrito de aceite de oliva y sal sobre los pimientos.
Metemos en el horno y dejamos que se hagan. Iremos dando la vuelta a medida que veas que van perdiendo la forma y se van bajando. Si ves que antes se va tostando por encima, dales la vuelta. Dejaremos que se cocinen hasta que veas que han perdido la forma y al pincharlos están blanditos (unos 30-40 minutos).
Dejamos que se enfríen ligeramente para no quemarnos al pelarlos.
Sácalos a un plato y reserva el líquido que sueltan al hornearlos.
Iremos quitando la piel, el rabito y las semillas interiores y con las manos vamos separando en tiras.
Ves echando en botes de cristal (yo prefiero que sean más bien pequeños), de esa manera es abrir y consumir.
Tal y como los tenemos puedes consumirlos, regalarlos o guardarlos en la nevera. Dependiendo del aceite que añadamos nos aguantarán en la nevera más o menos tiempo.
Si quieres hacer conserva, y que te duren meses, te cuento como hacerlo.
Los tarros serán de cristal y tienen que estar muy limpios. Comprueba que las tapas están perfectas, sin golpes, ni hendiduras que nos puedan estropear la conserva. Puedes utilizar perfectamente botes de otras conservas que hayas comprado.
Yo caliento agua hasta hervir, apago el fuego y los sumerjo junto con las tapas durante unos 5 minutos. Los saco y los pongo boca abajo sobre un paño limpio para que queden secos. Dales la vuelta en un minuto y de esta manera quedarán totalmente secos.
Llenaremos los botes de pimientos en tiras y echaremos el líquido que hemos sacado de hornearlos hasta llenar lo más que puedas los botes. Añade un chorrito extra de aceite de oliva. Cuando menos espacio quede mejor. Pon la tapa y cierra con fuerza.
Ponemos en una cacerola al fuego y añadimos agua hasta cubrir por completo los botes.
Dejaremos con un hervor suave durante 20 minutos. Aparta del fuego y deja enfriar dentro del agua.
Saca del agua, sécalos y a guardar, preferiblemente en un lugar que no tenga luz directa.
Empezamos la ensalada. Sobre un plato o fuente dispón los pimientos sin líquido, añade el pescado que hayas elegido, el huevo duro cortado y las aceitunas.
Para cocer los huevos. En una cacerola pon agua fría, un chorrito de vinagre y los huevos. Pon a fuego fuerte y cuando empiecen a cocer, baja el fuego, cuenta 8 minutos. Aparta del fuego, saca con una cuchara y deja enfríar. Puedes guardarlos en la nevera de un día para otro.
Por último añade un chorrito de aceite de oliva y si quieres añade un poquito de sal.
Listo.
Hasta la próxima receta.