La mayoría de nosotros vamos siempre con el tiempo justo, por eso me gusta cocinar recetas fáciles y que no me entretengan mucho.
Si además conseguimos un resultado como el bizcocho de hoy, no puedo pedir más.
Ya veréis el resultado. Queda jugoso, buenísimo, no tardarás nada en prepararlo, es saludable, y con ingredientes que seguro tienes a mano … es perfecto.
Afortunadamente los dátiles los podemos encontrar en la mayoría de los supermercados grandes, pero si tienes una tienda de toda la vida o a granel cerca de casa, mucho mejor.
Yo utilizo dátiles de clase medjoul, son carnosos y blanditos, pero si están algo duros, mételos en agua caliente un rato, escúrrelos y ya los tienes listos para usar.
Solo os digo que en mi casa este bizcocho vuela, así que ponte manos a la obra y me cuentas.
Empezamos,
INGREDIENTES (mi molde 26×11 cm)
- 180 gr de zanahoria cruda rallada
- 3 huevos
- 160 gr de dátiles sin hueso
- 60 ml de aceite de oliva
- 50 ml de zumo de naranja
- 125 gr de harina de espelta integral
- Un buen pellizco de sal
- ½ cucharadita de polvo de hornear
- Un buen pellizco de bicarbonato
- 1 cdta de canela en polvo
- Unas almendras crudas picadas, copos de avena gruesos y sésamo negro para poner por encima (opcional)
Vamos a triturar los huevos con los dátiles, el aceite y el zumo de naranja hasta dejarlo muy fino.
Añadimos la zanahoria rallada. Por último añade la harina, la canela, la sal, el polvo de hornear y el bicarbonato.
Mezcla con movimientos envolventes, hasta que todo quede perfectamente integrado.
Forra un molde de bizcocho con papel de horno, de esta forma te será más sencillo desmoldarlo y añade la mezcla.
Espolvorea con las almendras, la avena y el sésamo.
Llevaremos a horno precalentado a 180° con calor arriba y abajo, hasta que al pincharlo este salga limpio. Calcula unos 40 minutos.
Te recomiendo que lo dejes reposar hasta el día siguiente.