Recientemente he visitado Sevilla y en esta asombrosa ciudad además de oler a azahar, huele a adobo, sobre todo a la hora del aperitivo.
La oferta de pescadito frito es muy variada y una especialidad que no falta son los boquerones adobados.
Yo siempre he preparado pescado en adobo porque es un plato que por su fuerte sabor me gana, pero utilizaba cazón, nunca había probado los boquerones y la verdad es que no pueden quedar más buenos.
Además en estos días los chicos de Vega Cáceres, me han mandado para que pruebe su estupendo pimentón de la Vera y en este adobo va perfecto.
Muy aromático, estupendo color y sabor a pimentón con denominación de origen.
El resultado de este plato no es muy fuerte. Puedes adaptar los aderezos añadiendo más o menos en función de tu gusto.
Igualmente pasa con el vinagre puedes añadir más o menos para hacerlo tan fuerte o tan suave como te guste.
En resumen un plato de nuestra gastronomía que no puedes perderte.
Empezamos,
INGREDIENTES
- 500 gr de boquerones
- 1 cucharadita colmada de pimentón de la vera
- 2 – 3 dientes de ajo
- ½ cucharadita de comino molido
- ¼ de vaso de vinagre de vino blanco
- ¼ de vaso de agua
- 1 cdta sal
- aceite de oliva
- harina de trigo multiusos para rebozar
Vamos a limpiar los boquerones. Quitamos la cabeza y las tripas, intentando no abrir el boquerón. Mis boquerones eran pequeños, así que no hubo necesidad de quitar la espina central.
En un recipiente ponemos el pimentón, el ajo machacado y sin piel, el comino, el vinagre, el agua y la sal.
Dejaremos durante tres horas en el frigorífico.
Pasado este tiempo, ponemos una sartén a fuego fuerte, con abundante aceite.
Retiramos el líquido y secamos ligeramente con un poco de papel de cocina, pasamos el pescado por harina, sacudimos ligeramente para que suelte el exceso de harina y cuando el aceite esté bien caliente, vamos dejando caer los boquerones, lo más cerca del aceite que puedas y sin quemarte los boquerones, uno a uno.
No eches muchos de una vez, deja para que estén cómodos y se frían bien.
Cuando veas que están fritos y firmes los sacaremos a un plato con una servilleta de papel para que absorba el exceso de aceite.
¡Y a comer calentitos!!!