En casa comemos mucha verdura, tenemos suerte porque nos gusta toda y siempre busco diferentes elaboraciones para hacerla aún más tentadora.
El calabacín a la plancha queda siempre muy rico y en esta combinación, con la cremosidad de la burrata, el punto del ajo y la ralladura de limón, vamos a preparar un platazo que queda buenísimo.
Siempre que compres calabacín, fíjate en que no tenga golpes, ni cortes y que esté bien firme, eso significará que es fresco.
La burrata es un queso italiano, cremoso, blando por dentro y con una capa exterior más firme.
Es tan suave y rico, que puedes tomarlo únicamente sobre una tostada de pan con un poquito de aceite, o con un poco de pesto, acompañado de un buen tomate y unas hojas de albahaca fresca …
Lo encontrarás en la zona de refrigerados, normalmente viene en una tarrina y para conservarlo viene con su suero.
Anímate a prepararlo, te va a encantar y lo vas a tener listo en tiempo record.
Empezamos,
INGREDIENTES
- 1 calabacín grandecito
- 1 burrata
- Ralladura de limón
- ½ diente de ajo (opcional)
- Aceite de oliva virgen
- Perejil o albahaca fresca
Lavamos muy bien el calabacín, ya que lo dejaremos con piel. Cortamos en cuadraditos.
Ponemos una sartén con 2-3 cucharadas de aceite y cuando esté algo caliente, añadiremos el calabacín sin añadir nada de sal. Es importante no añadir sal, de esta forma el calabacín quedará más entero y no perderá la forma.
Dejaremos que se haga a fuego medio-alto durante unos minutos hasta que veamos que está algo dorado, que esté en su punto, ni crudo, ni blanducho.
Pasamos a un plato. Yo añado ½ diente de ajo rallado porque me gustan los sabores fuertes, pero es opcional, si quieres no pongas. Salamos y mezclamos el calabacín y el ajo. Partimos con las manos unos trozos de burrata y los ponemos por encima del calabacín.
Espolvoreamos con un poquito de albahaca o perejil fresco y añadimos un hilito de aceite de oliva virgen.
Sirve inmediatamente.
Mezcla para que los ingredientes se integren y listo.