Aún recuerdo la primera vez que probé este maravilloso queso italiano. El Parmigiano-Reggiano, es conocido como el rey de los quesos. Es un queso de pasta dura, fragante, de olor intenso y delicioso. Desde entonces me tiene atrapada.
Esta receta os hará quedar como auténticos chefs. El resultado es muy vistoso y el sabor uhhhhh!!!. Podéis presentarlo en forma de canapé, añadirlo a la ensalada, en cucharitas con una mermelada de pimiento… da igual la forma de presentarlo, porque estará de 10.
Empezamos.
Ingredientes
- 80 gramos de queso parmesano rallado + un poco mas para el espolvoreado
- 1 ½ hoja de gelatina
- 25 g nata montada
- 100 g leche
- una pizca de sal
- galletas saladas
Hidratamos la gelatina en agua fría, cubriéndola por completo durante cinco minutos. Rallamos el queso.
En un cazo ponemos la leche, el queso, y la sal, cuando hierva lo apartaremos del fuego. Dejaremos enfriar hasta que este tibio. Escurrimos bien la hoja de gelatina y mezclamos hasta disolverla.
Montamos la nata, tiene que estar muy fría. Yo suelo meterla 10 minutos antes en el congelador.
Mezclamos la nata con el contenido del cazo suavemente.
La mejor opción es utilizar cubiteras de silicona para facilitar al desmoldarlos. Pincela ligeramente el molde de mantequilla o aceite suave. Si no tienes estas cubiteras, puedes ponerlo en un envase cuadrado (asegúrate que desmolde bien) y cortar en dados.
Dejaremos en la nevera hasta que cuajen (mira los tiempos del envase). Desmoldamos y espolvoreamos con el parmesano.
¡A DISFRUTAR!!
Olga