Si nunca has preparado unos crackers te animo a que los pruebes porque son un auténtico vicio y no te puedes imaginar lo sencillo que es, mezclar y hornear.
Vas a ver que con poquitos ingredientes los tendremos listos y puedes añadir el condimento que más te guste e ir variando la receta.
En este caso he usado cúrcuma y pimienta por sus múltiples beneficios, pero puedes añadir ajo seco, cebolla seca, orégano, pimentón, queso rallado, cilantro seco, semillas, cebollino …
Con estas cantidades te saldrá un bol pequeño y será un estupendo acompañamiento para cualquier picoteo o tentempié.
Para conservarlas, las guardaremos en un bote de cristal, bien tapado.
Empezamos,
INGREDIENTES
- 150 gr de copos de avena
- 100 ml agua
- 15 gr de aceite de oliva virgen
- ½ cucharadita sal
- pimienta negra molida al gusto
- ½ a 1 cucharadita de cúrcuma seca molida
- sésamo negro (opcional)
En un bol ponemos el agua y añadimos la sal, la pimienta y la cúrcuma. Mezclamos. Añadimos el aceite, los copos de avena y removemos.
Con un tenedor iremos mezclando unos minutos hasta que veas que la mezcla se convierte en una especie de pasta espesa. Reservamos en la nevera durante 30 minutos.
Precalienta el horno a 180° con calor arriba y abajo.
Vamos a necesitar dos láminas de papel de horno. Ponemos una de ellas sobre la mesa, sacamos la masa y la colocamos sobre ella y encima la otra lámina de papel.
Con ayuda de un rodillo vamos extendiendo la masa, dándole la forma que quieras o que te salga, no te preocupes demasiado, pero la dejaremos bien fina. Antes de terminar de estirarla, espolvorea el sésamo negro y vuelve a pasar el rodillo para fijar las semillas. Con los recortes sobrantes, uniremos nuevamente, volvemos a alisar y repetimos hasta terminar con la masa.
Retiraremos la hoja de papel de encima.
Yo una vez extendida la he cortado con un cortapastas, pero puedes hacer unas marcas en forma de cuadrados o dejarla tal cual y una vez horneada cortarla con los dedos.
Si utilizas un cortapastas te aconsejo que hagas las galletas pequeñas, de esta forma podrás pasarla a la bandeja de hornear sin problema.
Ves sacando la masa con ayuda de un cuchillo y colocando sobre una lámina de papel de hornear, que habremos puesto encima de la bandeja.
En caso de que las dejes tal cual o marcadas, pasa directamente la lámina de papel sobre la bandeja del horno.
Dejaremos aproximadamente 30 minutos o hasta que veas que comienzan a dorarse por los bordes.
Yo las saco, apago el horno, dejo que el horno baje de temperatura y las vuelvo a meter para que terminen de hacerse y queden bien crujientes.
Listo.