A mi sobrina la rechifla el chocolate blanco. El otro día vino a casa a comer y quise mimarla con un vasito de esta crema, que es tan fácil como comértelo.

Nos quejamos de la falta de tiempo para cocinar, pero si te animas con recetas fáciles, rápidas y ricas, de ingredientes disponibles en cualquier supermercado o tienda de alimentación, experimentaras un cambio en la forma de ver la cocina.

Ya veréis lo sorprendente de esta combinación de sabores. Lo convierte en un postre de fiesta. 

El sabor del jengibre es un poco especial, fuerte, picante…

Si no te gusta mucho sustituye el fresco por un poquito de jengibre en polvo que siempre es mas suave. En este caso simplemente tendrás que añadirlo a la crema una vez terminada y mezclar muy bien. También puedes tomarlo sin añadirle nada, pero pierde un poco la gracia y sustituir el queso batido por nata (la cual tendrás que montar ligeramente para que tenga la misma consistencia que la crème fraîche), de esta forma te quedará menos ligera.

Empezamos,

 

 

INGREDIENTES PARA LA CREMA (te saldrán 5 vasitos pequeños)

 

• 180 gr chocolate blanco
• 75 gr de crème fraîche
• 150 gr queso fresco batido

 

 

INGREDIENTES PARA EL ALMIBAR

 

• ½ cucharadita de jengibre fresco rallado
• 2 cucharas de miel
• ½ vaso de agua

 

Empezamos calentando el chocolate en el microondas en espacios de 30 segundos y vamos mezclando hasta comprobar que el chocolate esta derretido.

En un bol aparte mezclamos la crème fraîche con el queso fresco batido.

Vuelca está mezcla sobre el chocolate, que deberá estar a temperatura ambiente. Ayúdate de un batidor manual para ir mezclando, de esta forma te quedará perfecto. Cuando esté bien mezclado, pásalo a una manga pastelera, de esta forma te quedará mas presentable y no mancharás el vaso. Tápalo con papel film y reserva en la nevera.

Vamos a hacer el almíbar. En un cazo ponemos el agua, añadimos la miel y el jengibre rallado. Vamos a dejar hasta que la mezcla tome una consistencia menos líquida, como de jarabe. Pasamos por un colador y con la ayuda de una cucharilla aplastamos para aprovechar todo el almíbar. Dejaremos enfriar.

Pondremos un poquito de almíbar en los vasitos y listo.

Es conveniente sacarlo un poquito antes de la nevera para que no esté excesivamente frio. Listo.

¡A DISFRUTAR!!

 

 

Olga

 

Esta receta la encontrareis en el libro de La cocina fácil de Lorraine Pascale. Yo la he modificado ligeramente, para adaptarla a mi gusto y hacerla mas ligera.