A petición de mi hija, he preparado estas galletas, que no la pueden gustar mas y no puedo por más que compartirla con vosotros, porque están muy, muy buenas.
El resultado es un interior algo mas blando que el exterior, que queda compacto y con sabor a dulce de toda la vida.
Os aconsejo que utilicéis una mantequilla de buena calidad, porque eso mejorará el resultado final.
Empezamos,
INGREDIENTES
- 4 yemas de huevo a temperatura ambiente
- 120 gr de azúcar (he usado integral)
- 125 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 170 gr de harina de trigo todo uso
- la punta de una cucharilla de postre de levadura
- 1 pizca de sal
En un bol y con ayuda de unas varillas, o con la pala si utilizas Kitchenaid, vamos a batir la mantequilla y el azúcar hasta que la mezcla cambie de color y se vuelva mas clarita.
Añadimos las yemas de huevo y batimos hasta integrar.
Incorporamos la harina tamizada, junto con la levadura y la sal y mezclamos a velocidad baja.
Ponemos la mezcla sobre papel film y damos forma de rollo, con la ayuda del plástico. De esta forma no se nos pegará a las manos.
Lo puedes hacer más grueso o más fino, dependiendo del tamaño que le quieras dar a la galleta.
Lo llevaremos al frigorífico durante 45 minutos.
Precalienta el horno a 180°.
Para que no pierdan la forma, he usado un molde de metal de 24 minis magdalenas.
Lo he engrasado con mantequilla para facilitar el desmoldado.
Cortamos las galletas, el grosor 1,5 cm, y vamos poniendo sobre la bandeja.
Horneamos durante 12 a 14 minutos o hasta que veamos que empiezan a tomar color tostado por el borde.
Deja unos 10 minutos antes de sacarlas del molde y deja que enfríen completamente antes de probarlas. Listo.
Olga