Me vuelven loca las garrapiñadas. Siempre que iba a algún sitio donde las hacían, y atraída por su delicioso aroma, me surtía de la variedad, como un niño delante de un escaparate de dulces.
Ahora las hago en casa y creedme si os digo que es una de mis recetas imprescindibles, recomendables y maravillosas.
Están buenísimas, crocantes, con la mezcla de fruto seco y caramelo, impresionantes. Ni os cuento el aroma que desprenden al prepararlas.
Yo he utilizado nueces pecanas, avellanas, pipas de girasol y sésamo negro, pero tu puedes prepararlo con el fruto seco que mas te guste. Puedes probar aromatizándolas con azúcar avainillado, me encanta el resultado.
Advertencia importante: Tened mucho cuidado con la mezcla, ya que el caramelo quema mucho. No lo toquéis, ni tampoco el fruto seco, hasta que esté bien frío.
La cacerola se quedará con el azúcar pegado a las paredes, no te preocupes, porque para limpiarlo simplemente necesitarás llenarlo de agua y en un rato se habrá disuelto todo el caramelo.
Es un detalle perfecto para regalar, puedes preparar un tarrito y ya verás el resultado, éxito total.
Empezamos,
INGREDIENTES
- 200 gr de frutos secos crudos (nueces, almendras, pistachos, pipas, semillas…
- 200 gr de azúcar blanca o azúcar moreno (quedarán mas oscuras)
- 200 gr de agua
Ponemos en una cacerola a fuego medio y añadimos el fruto seco que hayas elegido, el azúcar y el agua.
Empezaremos a remover con una cuchara. Este es el paso mas laborioso, porque tendremos que mezclar hasta que la mezcla empiece a espumar y el fruto seco quede cubierto con una capa blanquecina.
Vamos por buen camino, ahora tenemos que conseguir que la capa blanca se convierta en delicioso caramelo. Para ello seguiremos mezclando sin alejarnos mucho del fuego, para que el caramelo no se queme.
Ves dando algo mas de fuego de vez en cuando, pero controlando en todo momento la cacerola.
Poco a poco verás como el fruto seco va cambiando a color caramelo. Ten paciencia.
Seguiremos removiendo hasta que todos hayan cogido el mismo color. Sacaremos a un plato en caso de que los frutos secos sean grandes o sobre una lámina de papel de hornear.
En el caso de los frutos secos grandes verás que no se pegan unos a otros, pero las pipas y el sésamo negro se hacen unen formando un bloque.
Para romper el bloque, pongo un paño de cocina y encima la lámina de papel de horno, echo las semillas directamente desde la cacerola y dejo que se enfríe. Cuando veo que está frío, junto las cuatro puntas del paño y hago un pequeño saco, entonces empiezo a hacer un poco de presión para que se vayan separando.
Las semillas de sésamo puedes dejarla en pequeños bloquecitos, para que sea mas sencillo cogerlas. Listo.
Pablo
Llegue a tu receta por instagram (phgetino) suelo hacer de pipas, pobre diferentes cantidades, mi favorita es 100% semillas 75% agua, 50% azúcar! Gracias por dedicar tu tiempo a la cocina y compartirla. Saludos desde Argentina.
Olga
Hola Pablo, aquí en España para las garrapiñadas no utilizamos agua, pero tendremos que probar como me dices. Encantada siempre y espero que encuentres alguna receta que te guste. Un placer saludarte.