Como veis, yo sigo con mis helados hechos en casa y de cara al fin de semana, seguro que tenéis un momento para hacerlos vosotros también. No tardaréis nada en tenerlos listos y todo son ventajas.
Me encantaría que probárais a hacer cualquiera de ellos, porque estoy segura que vais a repetir.
Esta receta pertenece al libro Recetas y momentos de webos fritos, helado falso de chocolate. He modificado ligeramente los ingredientes y la forma de prepararlo. Con ello conseguimos dos resultados distintos para elegir.
Es un helado muy fácil y rápido de preparar y al utilizar leche ideal en vez de nata, conseguimos un helado mas ligero, con muy pocos ingredientes.
En la primera utilizaremos la leche evaporada casi congelada. Esta opción es mal dulce, porque añadimos cacao, la textura es muy suave y como con burbujitas. Al estar la leche muy fría y el chocolate templado, conseguimos que se formen como pequeños trocitos de chocolate irresistibles.
Este helado hay que comerlo enseguida, es tan suave, que si hace mucho calor, no durará mucho.
En la segunda opción, utilizaremos la leche ideal (a temperatura ambiente) y la tableta de chocolate únicamente.
Yo he utilizado chocolate con 0% azúcares añadidos. El resultado es mas compacto, sabor intenso a chocolate y perfecto para darte un capricho sin culpa. Necesitarás un bote de leche evaporada para cada elaboración.
Empezamos,
INGREDIENTES (para el helado)
- 1 bote de leche evaporada de 410 gr (para las dos formas de prepararlo)
- 150 gr de chocolate (para las dos formas de prepararlo)
- 3-4 cucharadas de cacao en polvo (Nesquik, Cola Cao, cacao puro) solo para la primera forma)
INGREDIENTES (para la cobertura)
- 1 tableta de chocolate blanco con oreo (solo la utilizaremos para la primera opción)
La primera forma de prepararlo es la siguiente. Volcamos la leche evaporada en un recipiente y lo llevamos al congelador durante una hora y media.
Pasado este tiempo, prepararemos el chocolate.
Pon la tableta de chocolate en un recipiente y llévalo al microondas hasta que veas que está casi derretido. Mezclaremos hasta disolver por completo. Reservamos.
Cuando saques la leche ideal, verás que alrededor del recipiente ha comenzado a congelarse ligeramente. Sacamos y comenzamos a batir con una batidora de varillas. Al poco verás que comienza a subir la mezcla. Deja que al menos duplique su volumen. Comenzamos a echar en hilo el chocolate que tenemos reservado, sin dejar de batir, y a continuación el cacao en polvo. Mezclamos hasta que quede integrado.
Lo llevaremos a un recipiente grande o a los moldes que hayas elegido. Si haces polos, ac uérdate de poner los palos de madera, cuando la mezcla haya endurecido ligeramente y el palillo aguante sin caerse. Dejaremos que congele bien, mejor de un día para otro.
A la hora de desmoldar, (si utilizas moldes), sácalos y déjalos a temperatura ambiente unos minutos. Tardaremos en poder sacarlos en función de la temperatura que tengamos.
Para hacer la cobertura. En un vaso de cristal, que llevaremos al microondas, ponemos la tableta de chocolate partida en trozos, hasta que se deshaga. Sumergimos el polo hasta cubrir con el chocolate blanco, sacudimos ligeramente para eliminar el exceso de chocolate y lo llevaremos a la nevera para que la cobertura endurezca. Listo.
La segunda opción es la siguiente. Batiremos la leche ideal pero esta vez a temperatura ambiente, hasta que duplique su volumen. Añadimos en hilo el chocolate derretido en el microondas, igual que el la primera opción, hasta que esté bien incorporado. En este caso no añadimos el cacao, para hacerlo más ligero, pero si lo prefieres puedes añadirlo. Es cuestión de ir variando para adaptarlo a tu gusto. Volcamos en el recipiente y llevamos al congelador hasta el día siguiente.
Listo.
¡A DISFRUTAR!!
Olga