Cualquier momento es bueno para disfrutar de un helado hecho por ti.
Y si además es de uno de tus dulces preferidos, como es mi caso, buscaremos cualquier escusa para prepararlo.
Tiene un sabor intenso y una textura cremosa, perfecto para poner un broche de oro a cualquier comida.
Para principiantes, es tan fácil, que no hay forma de resistirse.
Empezamos,
INGREDIENTES
- 400 ml de nata para montar
- 220 gr de leche condensada
- 3 cucharadas de queso crema
- 4 cucharaditas de café soluble
- 4- 5 bizcochos de soletilla
- chocolate a elegir (negro, sin azúcar, con leche…)
Con la ayuda de una batidora de mano, vamos a batir la nata, que habremos dejado en el congelador durante 10 a 15 minutos para que esté bien fría y así podamos montarla con facilidad.
Una vez montada, añadimos la leche condensada, el queso crema y el café soluble y batimos hasta que esté homogénea.
Vamos a cortar unos trozos de bizcochos de soletilla en cuadraditos y haremos lo mismo con el chocolate, que picaremos algo mas.
Para hacerlo sin heladera, ponemos la mezcla, junto con los bizcochos troceados y el chocolate en una recipiente preferiblemente alargado y lo llevamos al congelador durante media hora, lo sacamos, mezclamos bien y lo llevamos nuevamente al congelador. En cuanto veas que la mezcla está cremosa y compacta, estará listo.
Si tenemos heladera, conectamos para que empiece a dar vueltas y vamos echando la mezcla reservada poco a poco. Dejaremos hasta que veamos que el helado empieza a mantecar.
Cuando esté listo, podemos añadir los trocitos de bizcochos y el chocolate troceado. Mezclamos y llevamos al congelador hasta que esté listo.
¡A DISFRUTAR!!
Olga