Adoro Portugal, desde mi primera visita me cautivo. ¿Ya lo sabéis verdad?
Pues hoy visitamos su capital, Lisboa. Es una ciudad que te atrapa desde el primer momento, mezcla de lo antiguo y lo moderno, calmada, distinta, llena de matices.
En una ocasión leí, que Lisboa significaba luz bonita y es cierto, es especial.
Es una ciudad donde me siento como en casa. Tan solo pasear por sus calles, los tranvías, admirar la ciudad desde cualquiera de sus miradores, las fachadas con azulejos multicolores o tomar un café hace que me sienta bien, no necesito mas.
Tenía pendiente que la visitásemos juntos, sin duda uno de mis destinos preferidos. Así que si te apetece, calza zapato cómodo (hay muchas cuestas) y a patear la ciudad, que es la mejor forma de conocerla.
Dicen que los portugueses visitan mas España, que los españoles Portugal. Espero que después de este paseo, te animéis a visitarla.
¿Me acompañas?
En Lisboa vas a encontrar entre muchas otras cosas, uno de los cafés mas ricos que he probado, un montón de cafeterías donde degustar una variedad de dulces para todos los gustos y un pan delicioso.
No soy cafetera. Me gusta el té y es lo que tomo habitualmente, pero he de reconocer que el café en Lisboa sabe distinto.
En la mayoría de sitios vas a disfrutar de café de calidad y en general a un precio mucho mas bajo que en España.
Uno de los cafés que no puedes perderte, aunque solo sea de visita, es A Brasileira, uno de los mas antiguos. Ni mas ni menos que desde 1905. Y es que dicen que aquí se inventó la bica, que es el café sólo, fuerte e intenso que podemos tomar en Portugal.
La confeitaria nacional, en Praça da Figueira, es otra de las paradas obligatorias. Desde 1829, la mas antigua de Lisboa. El local desprende historia en todos y cada uno de sus rincones. Mostradores de madera, mármoles, lámparas de cristal…
La variedad de dulces, te hará que sea realmente difícil decidirte. Yo me quedo con el famoso bolo de arroz, sin duda de los mejores que he probado.
En el barrio de Belém nos encontramos con la famosa fábrica que da nombre a los tradicionales pasteles de Belém. Si tomáis este dulce fuera de este barrio, tendréis que pedirlo como pastéis de nata, ya que solo se denominan de Belém en este barrio.
Esta fábrica tiene historia, desde 1837, preparan este dulce de hojaldre y crema pastelera, espolvoreado con azucar glas y canela, con una receta guardada bajo llave tan recelosamente, que parece la trama de una novela. Unicamente es conocida por tres de los pasteleros de la fábrica, y cuyo compromiso es de no desvelar la fórmula de la misma.
En mi humilde opinión y tras haber hecho cata de este dulce, os diré que no es mi lugar favorito. Sin duda alguna me quedo con la Manteigaria, pero recordad y como veis en el cartel, aquí son pastèis de nata. Recién hechos, son una auténtica delicia y además puedes ver como los hacen, mientras disfrutas del dulce mas vendido del país.
No dejes de visitar esta tienda, que tiene varios locales en la capital. Puedes encontrar desde menaje, decoración para la casa, artículos vintage, jábones, perfumes, moldes de cocina, juguetes, libros, alimentación…
Tanto las tiendas, como los artículos son preciosos y es raro que no caigas en la tentación de llevarte algún recuerdo, ya que hay para todos los presupuestos.
Si te gusta el café, no puedes perderte A carioca, esta tienda especializada en cafés y tés, en el barrio de chiado, te ofrece una variedad, que querrás llevártelo todo.
Como curiosidad, te cuento que en esta tienda venden el té de las Azores. En Sao Miguel, Azores, existe la única plantación de tés en Europa.
Actualmente comercializan té negro y verde. El resultado es un té delicioso, delicado y que no deberías dejar de probar.
Esta empresa portuguesa, fabrica jabones artesanales desde 1887. Con un proceso en el que consiguen un jabón natural, ecológico, de excelente calidad, con fragancias delicadas y maravillosas, que perduran.
No puedo resistirme ni al jabón, ni al diseño vintage de sus cuidadas colecciones. Las tiendas merecen una visita.
He heredado de mi madre el gusto por perfumar los armarios con jabones y estos son mi debilidad. Es cierto que no son baratos, pero la calidad y el buen producto hay que pagarlo. Me parece un auto-regalo perfecto.
Este mercado es un amplio espacio donde convive el mercado tradicional donde compramos fruta, verdura, carne y demás, con un espacio gourmet, repleto de oferta gastronómica con sello portugués, mezclada con comida rápida, puestos con productos típicos, tiendas de vinos, dulces, pescados en conserva, artesanía …
La oferta es muy variada. Suele estar bastante concurrido, hay para todos los gustos y bolsillos.
Una antigua zona industrial reconvertida en espacio creativo, donde encontrarás tiendas de artistas lisboetas, mezcladas con peluquerías de lo mas pintón, librerías, tiendas curiosas, ropa de segunda mano y en algunos casos especializadas, con zona para tomar algo o para comer.
Merece la pena visitar la libreria Ler Devagar, con exposiciones, que cuenta con una antigua imprenta y con una zona para hacer una paradita y tomar algo entre libros.
QUINTA LA REGALEIRA (SINTRA)
No podemos irnos de Lisboa sin acercarnos a la Quinta de la Regaleira. A 28 km de Lisboa, en Sintra, nos encontramos con este palacio que fué declarado Patrimonio de la Humanidad, por la Unesco.
Su arquitectura mezcla de románica, renacentista y gótica, cuenta con pequeños lagos, grutas, galerías, pasadizos y construcciones relacionadas con la masonería, la alquimia y los templarios, que lo hacen realmente mágico.