Vamos con unas magdalenas sencillitas, para que podamos prepararlas todos, vas a ver, es mezclar y listo.
La textura de esta magdalena es suave y jugosa. Queda realmente rica y se mantendrá en perfecto estado durante unos días porque son muy húmedas.
Yo aprovecho para asar el boniato cuando tengo que preparar algo en el horno, pero si quieres puedes hacerlo en el microondas.
La mayoría de las veces utilizo harina de avena, pero si prefieres usar harina de trigo, puedes hacerlo, quedarán igualmente buenas.
Si vas a comerlas en dos o tres días y si el tiempo es fresquete, puedes dejarlas sin problema a temperatura ambiente y tapadas. En caso contrario es mejor guardarlas tapadas en la nevera o congelarlas una vez envueltas individualmente en papel film o en una bolsa de plástico.
Empezamos,
INGREDIENTES (para 7-8 unidades)
- 200 gr de boniato asado
- 50 gr de aceite de oliva suave
- 100 gr de panela
- 2 huevos
- 150 gr de harina de avena
- 1 cucharadita de canela molida
- Sal
- la punta de una cucharilla de bicarbonato
En un bol ponemos los huevos y el azúcar y batimos con unas varillas manuales hasta mezclarlo muy bien.
En el vaso de la batidora eléctrica ponemos el boniato asado y el aceite de oliva y batimos hasta conseguir un puré.
Añadimos a la mezcla de huevos y azúcar. Mezclamos.
Vamos a añadir la harina de avena, pero antes la pondremos en un bol y con las varillas manuales la mezclaremos muy bien durante unos segundos para evitar que quede apelmazada. También puedes tamizarla, pero de poquito en poquito, para que resulte más fácil.
Echamos la canela y el bicarbonato y mezclamos bien, hasta que quede completamente incorporado.
Precalentamos el horno a 220° con calor arriba y abajo.
He engrasado con mantequilla el interior de cada hueco de un molde metálico para magdalenas, luego lo espolvoreo ligeramente con harina, lo pongo boca abajo sobre el fregadero para eliminar el exceso de harina y relleno hasta ¾ de su capacidad.
Llevaremos al horno durante 5 minutos a 220°, luego bajaremos a 180° y dejaremos de 15 a 20 minutos o hasta que al pincharla con una brocheta, salga limpia.
Una vez frías, las he pincelado ligeramente con una mezcla de agua y miel para que tengan el brillo que ves, pero no es necesario hacerlo.
Dejaremos enfríar antes de comer, ya sabes mucho mejor de un día para otro.
Listo.