Siempre tengo granola en casa, es nuestro desayuno habitual. Siempre que hago granola, utilizo copos gruesos, pero el otro día cuando me puse a prepararla, no tenía.
Hace años y antes de probar la granola y hacerla en casa, de vez en cuando compraba muesli, así que pensé en probar como quedaría.
He preparado un muesli sencillo y ha quedado super crujiente y tan bueno, que tenéis que probarlo. Una vez horneado, puedes añadirle algún fruto seco, trocitos de chocolate, fruta desecada …
La vainilla líquida le da un sabor delicado y muy rico.
Queda estupenda con yogur y fruta, puedes tomarla sola y a mi me gusta especialmente con manzana asada y yogur griego. Es una combinación perfecta y un postre de lo más saludable.
El único secreto que tiene este muesli, es que debe quedar bien crujiente. Lo hornearemos a baja temperatura, hasta que veas que los copos han perdido la humedad y van cambiando ligeramente de color. Con la práctica, sabrás perfectamente cuando están listos.
Empezamos,
INGREDIENTES
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150 gr de cops de avena suave
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1 buen pellizco de sal
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3 cucharadas de aceite de oliva
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80 ml de sirope de arce
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1 cucharada de vainilla líquida (opcional)
Precalentamos el horno a 150°.
En un bol ponemos la avena y la sal. Añadimos el sirope, el aceite de oliva y la vainilla. Mezclamos muy bien para que todos los copos queden mojados. Si ves que hay alguna zona seca, puedes añadir una o dos cucharadas de agua, pero siempre asegúrate de mezclar bien antes de añadir más liquido. Si añades más líquido del debido, tendrías que aumentar el tiempo de horno.
Sobre la bandeja del horno, ponemos una lámina de papel de hornear, echamos toda la mezcla y esparcimos para que quede todo al mismo nivel.
Llevaremos durante 15-20 minutos, después mezclaremos y volvemos a dejar otros 15-20 minutos.
El muesli es muy sencilla de hacer, pero para que esté realmente rico, tiene que crujir.
La primera vez que abras el horno y remuevas, verás que la mezcla todavía está algo húmeda, sobre todo si quedan trocitos más grandes. A medida que vaya horneando, se irán secando y al mezclar vas a ver como va cambiando, la mezcla se hace más seca. No aumentes la temperatura y espera a que vaya cogiendo un color ligeramente tostado. Cuando ocurra esto, apaga el horno y deja el muesli dentro. Dobla un paño de cocina y colócalo para que la puerta no cierre del todo. Así terminará de secarse por completo. Si lo haces por la tarde, déjalo hasta el día siguiente. Tiene que estar completamente seco antes de guardarlo. Yo siempre utilizo botes de cristal, es lo que mejor resultado da.
Hasta la próxima receta.