Vamos con una receta que combina verdura, pasta y queso, de esta forma será más fácil animar a comer verduras a grandes y pequeños.
He preparado una salsa bechamel con harina de avena para hacerla más ligera, pero si quieres puedes hacerla de la manera tradicional.
Me encanta el queso parmesano, porque es un queso curado con sabor intenso, que da fuerza al plato, pero podrías utilizar cualquier otro que funda bien.
El resultado es suave, cremoso y riquísimo.
Empezamos,
INGREDIENTES (para 3-4 raciones)
- 1 penca de brócoli
- 8 puñados de pasta seca
- 2 vasos de leche
- 150 gr de queso parmesano
- 1 cucharada sopera de harina de avena
- nuez moscada
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- sal
Ponemos una cacerola con agua y sal a cocer.
Mientras tanto lavamos y separamos los ramilletes del tronco central.
Cuando rompa a hervir añadimos el brócoli y dejaremos cocer hasta que al pincharlo esté blando, pero no en exceso, ya que terminará de hacerse en el horno. Escurrimos y reservamos en una fuente que irá al horno.
Vamos a gratinar, precalienta el horno a temperatura alta.
En una cacerola ponemos abundante agua con sal y cuando hierva, añadimos la pasta y dejamos cocer un par de minutos menos que al dente. Al igual que la verdura, terminará de hacerse en el horno. Escurrimos y añadimos a la fuente para hornear.
En una cacerola ponemos la leche, el queso, el ajo molido, la nuez moscada y la sal y cuando tenga un poquito de calor, añadimos en forma de lluvia, (yo lo paso por un colador) la cucharada de harina de avena y removemos constantemente con unas varillas manuales hasta que hierva y un par de minutos más, hasta que veamos que espesa ligeramente.
Volcamos sobre la fuente y mezclamos con cuidado.
Rallamos queso por encima y al horno hasta que gratine. Listo.