Hoy os propongo hornear un pastel de brócoli, que queda realmente bueno, sencillito y saludable.
La masa la haremos nosotros, porque es tan fácil, que no merece la pena comprarla, pero si quieres puedes utilizar una comprada.
Esta opción para comer verdura queda tan suave y rica, que seguro te va a gustar, aunque no seas muy de verduras.
Siempre que puedo sustituyo la harina de trigo por la de avena. El resultado es más suave y conseguimos un plato más saludable.
Me gusta tomarlo tibio o incluso reposado de un día para otro y si tienes reunión en casa o quieres preparar una cena de picoteo, va que ni pintado.
He utilizado una tartaleta desmontable de 25 cm.
Empezamos,
INGREDIENTES (para la masa)
- 200 gr de harina de espelta
- 30 gr de aceite de oliva virgen
- 90 gr. de agua a temperatura ambiente
- 1 cdta. de sal
- ½ cdta de ajo en polvo
INGREDIENTES (para el relleno)
- 3 vasos de leche
- 60 gr de harina de avena
- 1 cucharada sopera de queso crema
- 4 cucharadas soperas de queso parmesano rallado
- 100 gr de queso feta
- 2 pencas de brócoli
- 1 rulo de queso de cabra
- nuez moscada
- sal
- cebollino fresco picado (opcional)
Mezcla los ingredientes de la masa. Puedes hacerlo en un bol o sobre una mesa.
En este caso he amasado a mano. Es una masa que se trabaja muy bien, no se pega nada y es de lo más fácil.
Bastará con que amasemos durante 5 minutos aproximadamente, hasta que veas que la masa está perfectamente integrada.
Dejaremos reposar tapada 30 minutos, en la nevera.
Ponemos una cacerola con abundante agua a hervir. Salamos. Cuando hierva, añadimos los ramilletes del brócoli cortados del tronco y lavados.
Dejaremos hervir durante 10 minutos aproximadamente, ten en cuenta que la cocción seguirá en el horno.
Escurrimos del agua y dejaremos enfriar.
Sacamos la masa, la colocamos sobre una lámina de papel de horno, estiramos dando forma redondeada con ayuda de un rodillo y acomodamos sobre el molde. Fija bien los bordes y elimina presionando con los dedos o con un cuchillo lo que sobresalga. Si ves que te falta masa por alguna zona, pega el sobrante y listo. Pasamos nuevamente a la nevera.
Precalienta el horno a 180°, con calor arriba y abajo.
En una cacerola, ponemos la leche, el queso crema, la sal y nuez moscada al gusto. Pasamos la harina de avena por un colador y la dejamos caer sobre la leche en forma de lluvia.
Con ayuda de unas varillas manuales, vamos mezclando continuamente para que no se agarre al fondo, hasta que comience a hervir. Lo dejaremos cocer durante aproximadamente 5 minutos y sin dejar de mezclar.
Aparta del fuego, añade el queso parmesano y el queso feta en trocitos y mezcla. Echamos el brócoli separando los ramilletes. Mezclamos con cuidado, comprobamos el punto de sal y reservamos.
Sacamos la tartaleta, añadimos la mezcla de avena y brócoli y repartimos bien. Ponemos unas rodajas de queso de cabra por encima, y llevaremos al horno aproximadamente 30 minutos.
En los últimos minutos puedes poner para que gratine y así quede más doradita la parte de arriba. Si quieres puedes espolvorearlo con cebollino picado fresco.
Listo.
Isabel
Hola, me encanta todo lo que publicas!
Me gustaria saber si este pastel se puede congelar?
Gracias!
Olga
Hola Isabel, yo no lo he congelado nunca y la verdad es que no sé el resultado. La próxima vez que lo haga, congelaré un poquito.
Muchas gracias, me alegro que te guste. Un abrazo.