Hoy vamos con un clásico que merece un puesto de honor en cualquier recetario de cocina, gracias a su magistral combinación de sabores.
Os dejo claro que no es un plato para comer todos los días, pero seguro que si preparas una ración para compartir, alegrarás cualquier mesa dominguera, las cervezas con los amigos o la comida con tus suegros.
Lo fundamental de este plato para triunfar, es elegir un buen chorizo, el resto está hecho.
Ingredientes sencillos para un plato extraordinario.
No te olvides de comprar pan y vino, porque el plato te lo pide a gritos.
Empezamos.
INGREDIENTES
- 200 gr de chorizo cortado en rodajas
- 250 gr de patatas peladas cortadas para guiso
- 1 cebolla pequeña
- 1 cdta pimentón
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen
- 3 dientes de ajo
- sal
Ponemos una sartén a fuego medio con el aceite. Pelamos la cebolla en juliana y la añadimos a la sartén. Dejaremos a fuego bajo durante 20 a 25 minutos para que se haga bien. A los 10 minutos de echar la cebolla, añadiremos los ajos picados. Vamos removiendo de vez en cuando.
Añadimos el chorizo y rehogamos unos minutos a fuego medio, hasta que veamos que empieza a soltar la grasilla. Incorporamos las patatas y el pimentón y mezclamos bien durante un par de minutos.
Añadimos agua a las patatas hasta casi cubrir (dejaremos el agua un dedo por debajo de las patatas). Salamos. Dejaremos cocer a fuego bajo durante aproximadamente 20 minutos.
Rectificamos el punto de sal y listo.
¡A DISFRUTAR!
Olga