Me encanta preparar pizza. En casa nos vuelve locos. Hace unos días, mi hija (que para poco por la cocina, salvo para comer) me pidió que la enseñara como se hacía. Me encantó la idea (pensé que nunca llegaría ese momento) y nos pusimos manos a la obra, ella de chef y yo de pinche. Disfrutamos un montón, sobretodo porque, como cabía esperar, la “magia de las masas” la ha atrapado desde el primer momento, (siempre pensé que entraría a formar parte de los “come-madera”) y ahora quiere hacer pizza todos los fines de semana.
No solamente me sentí emocionada por compartir con ella ese momento mágico, (que siempre llevaré en mi recuerdo), sino porque creo que tendríamos que enseñar a nuestros hijos a cocinar, que pasarán unas horas en la cocina y que experimentasen la transformación de pasar de no haber cocinado nunca, a preparar por ejemplo un sencillo plato de pasta y sentirse emocionados con el resultado. Yo seguiré contagiando mi entusiasmo por la cocina, a todo aquel que se deje. Así que ya sabes, enciérrate en la cocina, pon tu música preferida y a preparar tu riquísima y fácil pizza. Te aseguro que es terapéutico.
Por cierto, muchas gracias Irene, por dejarme pasar tantos momentos a tu lado y enseñarme tu también tantas cosas.
INGREDIENTES (para tres pizzas)
- 500 g harina de fuerza
- 320 g agua
- 50 g aceite
- 15 g levadura fresca
- 10 g sal
RELLENO (por pizza)
- 3 cucharadas soperas de salsa de tomate
- una mozzarella fresca
- queso parmesano rallado
- orégano
Preparación TRADICIONAL
En un bol ponemos la harina y vamos frotando la levadura junto con la harina para desmigarla. Añadimos el aceite, el agua y la sal, y continuamos mezclando hasta que la masa vaya tomando forma. Sacamos del bol, sobre una mesa y amasaremos incorporando aire a la masa con el siguiente movimiento: agarramos la masa con el pulgar por encima y el resto de los dedos bien abiertos abajo. Sube la masa y déjala caer sobre la mesa. Estiraremos la parte anterior de la masa (la mas cerca de ti), hacia delante formando un semicírculo, y hacia los lados y escóndela hacia abajo por los extremos. Vuelve a coger la masa con los pulgares arriba, el resto de los dedos abajo … y repite este movimientos hasta que veas que la masa no se pega a la mesa, esté integrada, lisa y elástica. Te llevará unos 10-15 minutos. En cuanto tengas un poco de práctica te resultará muy sencillo. Déjala reposar sobre una hora, tapada con un paño, en un sitio templado.
Preparación THERMOMIX
Ponemos en el vaso el agua y disolvemos la levadura unos segundos en vel.2. Añadimos aceite, harina y sal. Mezclamos en vel.3 unos segundos y amasamos 5 minutos, vel. espiga. Apagamos y dejamos que doble su volumen en el vaso durante una hora.
Preparación KITCHENAID
Pon en la cubeta el agua con la levadura hasta que se disuelva. Añade el aceite, la harina y la sal. Mezcla con el gancho durante 5 minutos. Primero a velocidad baja y luego media-alta. Tapa la masa con un paño y deja reposar sobre una hora en un lugar templado.
Precalienta el horno a 250 grados, calor arriba-abajo y deja por lo menos ½ hora a esta temperatura. Después de una hora verás como la masa ha doblado su volumen y está blandita. Pon un poco de harina en la mesa, coloca la masa encima y forma tres bolas llevando los extremos hacia el centro, con cada una de ellas, repite unas cuantas veces. Da la vuelta a la bola para que los pliegues queden abajo. Deja que reposen 10 minutos. Enharina ligeramente la mesa y coloca las bolas de masa sobre la harina. Toma una de las bolas y con ayuda de un rodillo o con las manos, (coloca la palma de la mano en el centro y presiona hacia el exterior para extender la masa, gira un poco la masa y repite la operación) vete formando un circulo, dejando en los bordes la masa mas gordita. Lo ideal es que rellenes la masa en una tabla de madera y luego la deslices con un movimiento seco encima de la bandeja del horno.
Ponemos la salsa de tomate sobre la masa y la extendemos. Colocamos encima la mozzarella troceada. Rallamos el queso por encima y espolvoreamos de orégano. Deslizamos la pizza sobre la bandeja de horno y bajamos el horno a 240 grados. Hornearemos durante 10-12 minutos.
Lista.
¡A DISFRUTAR!!
Olga
NOTAS
- Podéis congelar parte de la masa o dejarla en la nevera tapada con film, para prepararla en unos días, lo que hará una masa mucho más rica y crujiente.
- Yo le pongo mozzarella fresca, pero vosotros podéis elegir el queso que mas os guste.
- Es recomendable que el agua esté a temperatura ambiente.
- Esta es la pizza base, añadid ingredientes a vuestro gusto.
- No os preocupéis si la pizza no os sale perfecta. No se trata de eso. Poco a poco y con práctica, os saldrá.
Alicia
Muchas gracias por compartir esta receta y tu experiencia con nosotros, Olga. Yo me voy a poner ahora mismo con la elaboración de la masa para la cena, ya os contaré!
Olga
Genial Alicia.
Alicia
Y después de dos años, sigo triunfando con esta receta, ideal para un fin de semana lluvioso como éste. Gracias, amiga, cómo siempre. Xxx
María Josefa Cusí Carcel
Buenísima gracias