Hoy es el día de la madre, como el resto de los días del año, pero ya que tiene el título vamos a celebrarlo.
Porque el ser madre es lo mejor que nos ha pasado, porque no hay amor mas grande, porque nuestro trabajo no tiene horarios, ni tiempos muertos, ni descansos, porque nos sacrificamos sin esfuerzo, somos generosas, sin esperar nada a cambio, pacientes, fuertes para que nuestros hijos se agarraren, cuando caen… y porque cuando tienes hijos te das cuenta de lo que es una madre.
Mil gracias MAMA, por todo lo que hemos compartido, por estar siempre a mi lado y por quererme como lo has hecho. Tu recuerdo siempre está en mí.
¡FELICIDADES DE TODO CORAZON A TODAS!
Bueno, creo que esto se me ha ido un poco de las manos, vamos a lo nuestro.
La receta de hoy es del libro de Bea Roque, El Rincón de Bea. Un clásico en la repostería. Con esta receta conseguimos un bizcocho que siempre sale bien, esponjoso, con un sabor a chocolate intenso y un fondo de vainilla, que junto con el color rojo, lo hace irresistible.
Ingredientes
240 ml aceite de oliva suave o girasol
250 g azúcar
3 huevos
350 g harina
250 g buttermilk o para hacerla 250 g leche entera y una cucharada de zumo de limón
40 g cacao en polvo Valor
1 cdta. extracto de vainilla
1 cdta. bicarbonato sódico
¾ cdta. sal
1 cdta. vinagre blanco
2 cucharadas Red Velvet Bakery Emulsion
Precalentamos el horno a 175 grados, con calor arriba y abajo.
Engrasamos nuestro molde con aceite o mantequilla, pincelando bien todos los huecos.
Añadimos a la leche, que estará a temperatura ambiente, la cucharada de zumo de limón y reservamos. Al cabo de 10-15 minutos, tendrá una apariencia de leche cortada. No te preocupes es lo que queremos. Ya lo tenemos listo.
Batiremos a velocidad media el aceite, la buttermilk, los huevos, el red velvet bakery emulsion, el vinagre y el extracto de vainilla, hasta integrarlo.
Tamizamos la harina, el azúcar, el cacao, el bicarbonato, la sal. Añadimos poco a poco, a la mezcla del huevo y mezclamos justo para integrar.
Pasamos la mezcla al molde, alisamos la superficie y golpeamos ligeramente contra la mesa para que la mezcla se asiente perfectamente.
Horneamos durante 45 minutos. Comprobaremos que al pincharlo la aguja sale limpia.
Esperamos 10 minutos y desmoldamos con cuidado. Dejaremos enfriar sobre una rendija. Espolvoreamos con azúcar glass.
¡A DISFRUTAR!!
Olga