Roscos de vino

Hoy un clásico que no puede faltar en Navidad, al menos en mi familia.

Son los favoritos de mi suegro, así que no puedo dejar de hacerlos, porque están de lo más rico y porque se lo merece.

La receta original lleva manteca de cerdo, pero yo la sustituyo por aceite de oliva, que es mucho más saludable.

Tienen un sabor anisado irresistible y son tan sencillos que una vez que los pruebas ya no los volverás a comprar.

¿Te animas?

Empezamos,

 

INGREDIENTES (aproximadamente 14 uds)

250 gr de harina de repostería

40 gr de azúcar (yo he utilizado azúcar moreno)

80 ml de aceite de oliva virgen

70 ml de vino dulce

1 cdta de semillas de sésamo (opcional)

1 cdta de semillas de anís molido

1 cdta de canela en polvo

azúcar glas para rebozarlas

 

Vamos a freír el aceite hasta que esté bien caliente. Cuando empiece a humear lo apartamos del fuego y dejamos enfriar. Reservamos.

Precalienta el horno a 180°.

En un bol ponemos la harina, el azúcar, el aceite reservado, el vino, el sésamo, el anis y la canela. Mezclamos.

Yo pongo la masa sobre la mesa y amaso unos minutos hasta que veo que queda todo perfectamente integrado.

Con un rodillo extendemos hasta dejarla en un grosor de entre 1 a 2 cm.

Cortamos con un cortapastas o un vaso y hacemos el agujero de en medio. Yo utilizo un descorazonador de manzanas.

Colocamos en una bandeja que irá al horno, sobre papel vegetal y horneamos durante 15 a 20 minutos o hasta que veas que están ligeramente doraditos.

Cuando podamos manipularlos sin quemarnos, los rebozaremos en el azúcar glas.

Listo. 

NOTA: He modificado la cantidad de harina, ya que inicialmente había un error. Mil disculpas.

 

Olga