La receta de hoy da mucho juego. La puedes dejar preparada con antelación para la cena diaria, para una cena con amigos, de entrante para una comida familiar, para llevarte al trabajo…
Además nos permite modificar el relleno y variar tantas veces como queramos. Podemos hacerla mas ligera, modificando las cantidades de queso, pero como siempre digo, que no os detengan los ingredientes, incluso puedes aprovechar restos que tengas por la nevera y hacer tu propio relleno, que seguro que quedará buenísimo.
Ya veréis que el sabor del brócoli casi no se aprecia y con el queso queda muy rico. Espero que os guste.
Empezamos.
INGREDIENTES
- 300 gr de brócoli
- 5 huevos
- 100 gr queso parmesano rallado+un poco mas para espolvorear
- 125 gr de crème fraîche
- 75 gr de queso azul
- 50 gr tomates secos en aceite
- sal
Prepara una bandeja de horno con papel de horno y pincélala con mantequilla, para facilitar el desmoldado. Asegúrate que quede un borde alrededor de papel sin cubrir, para facilitar el enrollado.
Precalienta el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.
Vamos a lavar y picar el brócoli muy fino. Ayúdate de una picadora, thermomix o cualquier aparato para esta función.
Batimos los huevos, salamos, añadimos el brócoli y el parmesano. Mezclamos todo.
Vertemos sobre la bandeja de horno que tenemos preparado y extendemos para intentar dejar un rectángulo de masa fino, pero sin que dejes huecos.
Dejaremos de 10 a 15 minutos. Ves comprobando cuando está hecho. Dejamos enfriar completamente.
Mientras tanto, haremos el relleno.
Escurrimos de aceite los tomates y picamos finamente, añadimos la crème fraîche y el queso azul y mezclamos.
Untamos con esta mezcla la plancha de brócoli, pero sin llegar hasta el final. Empieza a enrollar, por el lado mas largo e intenta hacer un rollo bien prieto, para que te quede bien bonito. Según vas enrollando, ves tirando lentamente del papel, que se despegará con facilidad. Termina de enrollar y envuelve con otra lámina de papel de horno, para que no pierda la forma redondeada hasta el momento de servir.
Puedes tomarlo a temperatura ambiente o llevarlo al frigorífico hasta que esté bien frio.
Cuando esté listo, lo desenvolvemos, espolvoreamos con un poco de queso, cortamos y servimos con una ensalada verde y unos tomates, sobre unas rebanadas de pan tostado, solo o como tu quieras. Listo.
¡A DISFRUTAR!!
Olga