La tarta de queso es una de las preferidas de mi hija, es una verdadera especialista, y aprovechando que el otro día fue su cumpleaños, le preparé la receta que os traigo hoy.
Esta tarta la hago tal cual, sin base de galletas, ni mermelada por encima, ni nada de nada, prefiero tomarla tal cual.
Tiene un sabor tan rico, que no necesita mas.
La parte central queda blandita y jugosa y los bordes mas cuajados y con una textura irresistible.
Es tan sencilla que no necesitarás mas que mezclar y esperar desesperadamente para hincarle el diente.
Empezamos,
INGREDIENTES (para un molde de 17 cm)
- 400 gr de queso crema
- 130 gr de azúcar
- 260 ml de nata para montar
- 4 huevos
- 1 cucharada de vainilla (opcional)
Precalienta el horno a 180°, con calor arriba y abajo.
Ahora vamos a preparar el molde para que al desmoldarlo no tengamos ningún problema.
Pon encima de una lámina de papel de horno el molde y con un lápiz, marca la base. Recórtala y acopla por dentro del molde con la parte pintada hacia abajo, para que no toque la masa de la tarta.
Pon un poco de mantequilla en las paredes del molde, para que al cubrirlo con el papel, este se fije y no se mueva. Corta una tira de papel para cubrir el lateral del molde. Seguramente que necesites añadir un trocito mas pequeño para terminar de cubrirlo todo. Reserva.
Ahora mezclamos todos los ingredientes y batimos hasta integrar.
Volcamos en el molde y llevamos al horno durante 1 hora. Pasado este tiempo, abre un poco el horno, y déjalo dentro hasta que baje un poco la temperatura.
Cuando puedas desmoldarlo sin quemarte, vuélcalo ligeramente hasta sacarlo, tira de la tira de papel de alrededor y quita también el de la base. Acomoda en un plato y listo.
Olga