Vamos con una receta básica y tradicional de la cocina mexicana, aunque el consumo de este ingrediente y de esta receta con sus variaciones, está extendido por todo Latinoamérica.
La harina que utilizaremos es de la marca Maseca y puedes encontrarla en tiendas especializadas de cocina latina.
El formato que yo encuentro de esta harina es grande, pesa 2,20 kg y cuesta en torno a los 9€, pero ya verás, es una buena compra, porque estoy segura que no vas a poder dejar de hacerlas una y otra vez.
Puedes rellenarlas con frijoles, con aguacate y pico de gallo, con pollo y algo de salsa, con gambas, con aguacate, con verduras, con un chorrito de aceite de oliva y sal… e incluso con algo dulce.
Quedan suaves, jugosas, blanditas, con un sabor riquísimo a maíz y la diferencia con las que puedes encontrar compradas es total.
Otro dato interesante es que el maíz es un cereal que no contiene gluten, así que otra buena razón tanto si eres intolerante, como si no, para probarlas.
Yo tengo desde hace años una tortilladora, que es la máquina que sirve para aplanar la masa y dar la forma a la tortilla, pero este aparato no es del todo necesario, puedes utilizar una olla pequeña con la que haremos presión para conseguir la tortilla.
Nos encantan y rara es la semana que no las preparo, quedan tan ricas y no tardaremos nada en tenerlas listas. Más adelante pondré alguna receta de sugerencia de relleno.
Si te sobran puedes envolverlas bien con papel film o en un tuper, en el que habremos puesto un pañito pequeño, dejando que sobresalga por el borde. Ponemos las tortillas sobre el paño, tapamos con los extremos del paño, ponemos la tapa y guardamos en el frigorífico. Esto lo haremos para que guarde la mayor humedad posible. Luego las sacamos, las daremos un golde de plancha y otra vez calentitas.
En mi caso, no duran más de un día, no puedo contaros hasta cuando podemos mantenerlas.
Empezamos,
INGREDIENTES (para 27 tortillas pequeñas de 25 g)
- 280 gr de harina de maíz MASECA (os dejo una foto)
- 390 ml de agua tibia
- 2 buenos pellizcos de sal
En un bol ponemos la harina y añadimos el agua. El agua deberá estar caliente, de forma que si metemos el dedo no nos queme. A esta masa no se le suele añadir sal, pero yo le pongo un poquito.
Mezclamos muy bien con los dedos y amasamos dentro del bol durante un par de minutos, hasta que la masa no se nos pegue en las manos.
Vamos formando bolitas del tamaño que quieras (las mías son de 25 gr. aproximadamente) y las dejaremos tapadas para evitar que se resequen, en el bol donde amasamos anteriormente.
Mientras preparamos la tortilladora o un cazo y el plástico para estirarlas.
Pondremos a calentar una sartén sin nada de aceite a fuego medio.
El plástico que necesitaremos, puedes utilizar una bolsa de las de conservación de alimentos o un plastiquito de los que utilizamos para guardar los folios.
Si utilizas tortilladora, pondremos una lámina de plástico, encima la bolita de masa y otra lámina de plástico, bajamos la tapa y presionamos ligeramente con el mango. Abrimos, con cuidado retiramos una de las hojas de plástico y luego la otra. No tiene dificultad, salen sin problema.
En caso que no tengas tortillera, ponemos una lámina de plástico, encima la bola de masa, otra lámina de plástico y presionaremos con la base de una cacerola pequeña, hasta dejarla finita.
Ponemos sobre la sartén y dejaremos unos 6 segundos, damos la vuelta. Dejamos unos 20 segundos, damos la vuelta, esperamos unos segundos más y sacamos. Puedes dejarlas sin tostar nada o con algo de colorcito.
Hay veces que verás que la tortilla se infla ligeramente, pero si no se infla no te preocupes no pasa nada.
Sobre un plato ponemos un paño de cocina limpio, encima la tortilla recién sacada de la sartén y metemos los extremos del paño hacia el interior tapando la tortilla, para que el calor la guarde tierna.
Iremos haciendo todas las tortillas hasta terminar con la masa, tapándolas a medida que vayamos haciendo y serviremos inmediatamente con el relleno que hayas elegido.
Listo.
María
Alucino que maravilla, siempre las compro , pero no me gusta por la cantidad de cosas que llevan como el aceite de palma. Ahora con tu receta será otra cosa. Gracias ❤️
Olga
Hola María, a mí me pasa igual. Por eso si podemos hacerlas en casa, mucho mejor. Saben más ricas, no llevan guarrerías y además siempre va a ser más económico que si lo compramos. Ya verás, quedan riquísimas. Gracias a tí por tu comentario. Un abrazo.